Texto de sala para muestra curada por Charly Spinelli, en sala Caraffa, La Cumbre
Nota 1. Cae Altazor a manos de Vicente Huidobro en una caída que es la latencia de la creación del mundo y de la culpa del mundo, el estallido de lo roto de antemano, de la promesa de lo roto de antemano: “Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra”.
Es un texto en el que falta el aire, en aceleración hasta la médula de las puntuaciones.
Nota 2. “¡Azul! ¡Azul! ¡Azul! ¡Azul!” El grito de un Mallarmé poseso que resuena entre los verdes y más verdes de esta sala. Azul, esa nitidez que no existe más que en la vista, en el día, en la luz, en una atmósfera cuyo esfuerzo volátil es negado por la gravedad, gran ley de leyes.
Nota 4. Una falsa retícula de obras en un lugar en el que quien escribe ha dejado huellas. Hay arena que toqué. Esa mano que puso su impronta ya no está. Aquello que se mueve es la materia del tiempo, el cuerpo del tiempo, el lastre del tiempo. Las plantas se mueven hacia la luz, escapan de sus raíces y tocan el color.
Nota 5. ¿Las raíces son ángeles? En ese mundo subterráneo, ¿es que allí sobrevivieron aquellas criaturas más bellas que dios y más desesperadas?
Nota 5 bis. “¿No aman los espíritus celestiales? ¿Cómo demuestran su amor? ¿Con sus miradas solamente?” ¿Qué es un amor de raíz? ¿Cómo hacen los invisibles? La ley de leyes es el amor a las caídas. Eso que se desliza entre moléculas y ramas es un pájaro y también una niebla más pesada que la respiración.
Nota 6. Afuera de la sala he dejado mis recuerdos. Yo viví aquí y vuelvo porque escucho el llamado de amigos del futuro. En la escuela nos enseñaban que las plantas liberan CO2 por las noches. Nos preguntamos ¿cómo respiran estas obras cuando se acaba el día? bis: Las obras boscosas, plantosas, pantanosas, terrosas, animalosas, se preguntan (mientras miran las plantas) cuándo serán liberadas en su propio monte continuo. ¿Cuándo serán liberadas? ¿Qué es una obra sino un grito desesperado por escapar de su propia defensa? (Una flora de ocupación inminente).
Nota 7. ¿Es este montaje una investigación sobre el paisaje? Es un malentendido entre el extrañamiento del gesto de un volumen o una línea y aquello que sobrevive y hace de la maleza un jardín? ¿Qué es una obra sino la restitución del matorral a la experiencia de lo indescifrable?
Nota 8. ¿Y si entonces decimos que estas plantas son los cuerpos vivos que están dentro y fuera de una escena? Esto se parece a una performance. Una performance vegetal, en la que hay una renuncia a la plenitud del sol: dónde empieza y dónde termina cada dibujo, cada escultura, cada pájaro de cerámica, dentro o fuera de la flora, dentro o fuera de la raíz. Un deseo de invasión: la obra como ruina antigua al borde de ser tomada por la vegetación circundante. Las ruinas en movimiento perpetuo, anticipación. Un dibujo que con el tiempo será papel amarillo. Un acrílico que mostrará grietas y descolor. Una arcilla que algún día será parte de la sal del Lete.
Nota 9. Una escritura a la que le falta el aire y vive en la noche de las plantas casi narcotizada. Altazor cae, ese paraíso que ya casi no es pero que está hecho del trayecto, o de la modulación del trayecto en imágenes fijas de duración efímera, vistas con el borde de la pupila entre párpados llenos de viento. Así podemos mirar esta sala, señalar lo que existe, un compendio de animales y plantas que existen, no sólo como materialidades en el exterior sino porque lo decimos y porque su existencia es fijada por estos gestos que son palabras y son defensas.
Nota 10. Preludio: el silencio le restituye algo a las sombras.
Indira Montoya, Diciembre 2022
1. Huidobro,V. 1931, 18
2. Mallarmé, S. Azul.
3. Milton, J. El paraíso perdido
Fotos de La Cumbre Turismo