Performance duracional
Duración: 1 hora aprox
23 de Octubre, 2015
En esta acción decidí medir la distancia más pequeña entre dos cuerpos. Viajé a Buenos Aires con la urna de las cenizas de mi padre, las puse en una alfombra alrededor de la cual di vueltas atada a una
piedra que estaba atada a su foto y después de una hora, tragué las cenizas con un vaso de agua con la intención que el calcio que queda en esos restos reingresara a un cuerpo vivo - el mío - y retornara a la
vida.
Texto de sala
Despedirse. Saludar con la mano. Con la vista.
Tocar el cuerpo que se
va.
Tocarlo hasta que la mano pueda guardar una huella mimética de lo que no persiste.
No alcanza.
Entre yo y aquello que pareciera otra cosa - un amor - hay un todo entero e impenetrable.
Algunos cuerpos muestran el final de su tiempo abarrotados de sí y de todo lo que pudieron.
Insistir mientras la mano guarda la huella mimética de lo que se va;
mirar lo vivo porque amamos lo vivo y amamos el recuerdo de lo vivo. Porque la materia del recuerdo es la porosidad de los cuerpos al sol y la mano, aunque sea por un segundo, penetra todo y alcanza todo.
Me he preguntado hoy cómo es que otros pueden amar lo lejano.
Entre yo y aquello, el aire y el verano como la promesa de todo lo que siempre quisimos: el río, la montaña, los pájaros.
23 de Octubre de 2015
Este trabajo fue realizado en Peras de Olmo – Ars Continua en el
marco del Vol. XXIV de la Serie Open field /campo abiertO
“Presencia / Presente “ Un recorte caprichoso sobre la escena de Arte
de Acción en Córdoba. Curaduría de Soledad Sánchez Goldar
Fotos: Ana Volonté.